Entre lo mucho y fascinante que puede el cerebro realizar, la posibilidad en hacer con que los propios sentidos reproduzcan lo antes sentido, es, probablemente, de las más fascinantes y que atestan el elevado grado de desarrollo neuronal al cual ha llegado el animal humano. La importancia del acto no estará tanto en el hecho de reproducir la naturaleza y sí, en realizar la propia naturaleza de uno y, al realizarla, durante el acto mismo de realizarla, darse cuenta, serla de forma consciente. Realizando ese momento la separación perceptiva no tiene lugar, todo es uno. Realizándolo uno se realiza a sí mismo.
La acción aquí documentada, que nunca llegó a tener nombre, tuvo lugar en 1997. A partir de una cabeza embalsamada de una especie de antílope africano, pertenencia del Museu de Historia Natural de Lisboa, he realizado una copia de trato naturalista, en barro, a escala natural. Ha sido, al final, un proceso de acercamiento que he intentado llevar a las últimas consecuencias al realizar posteriormente un negativo de ésta en cemento, esculpirla, pintarla, pintarme, los dos del mismo color, y así presentarnos, al rojo vivo.
Base / Estructura de apoyo para el barro.
Resultado después de ocho horas seguidas de trabajo.
La otra faz.
Resultado final del modelado.
R
Detalle ojo y oreja.
Molde completo ya relleno.
Presentación final.